«La tentación es clara, la decisión difícil»

Ya empiezan a aflorar las reseñas para la edición en castellano de Licantropía. María Dubón la comenta en su interesantísimo blog sobre literatura:

Fuente: dubon.es

Licantropía

Autora: María Dubón

En 1759 mosén Magí Camprubí llega a La Pobla de Llobosa con la intención de ofrecer asistencia espiritual a las gentes miserables y rústicas de la zona. Se hospeda en una masía señorial, donde moran un caballero distinguido y su enigmática esposa, que a raíz del ataque de una loba se convirtió en otra persona. De carácter taciturno y sabia, Herminia es una mujer con una gran fuerza interior, que siempre sabe lo que hay que hacer. Ella es la primera de la estirpe.

Llorenç asiste a una conferencia, el orador ha recopilado una serie de leyendas acaecidas en el Alto Matarraña, una de ellas narra la historia de un pastor que desapareció sin dejar otro rastro que su camiseta perfectamente doblada y plegada bajo una piedra. Su rebaño había sido víctima de los lobos, las ovejas aparecieron despedazadas a mordiscos o perdidas en la montaña, que desde ese momento pasó a denominarse “el pico de la Camiseta”. Existen muchas narraciones sobre los lobos en la comarca, casi todas impregnadas de esa mala fama que describe al lobo como bestia sanguinaria. Un día Llorenç recibe como regalo un libro de tapas negras atado con un cordel, se trata de un manuscrito escrito por Mn. Magí Camprubí Selma, fechado en 1780. También le ofrecen cierta información acerca de su familia materna que le llevará a indagar sobre un pasado oculto durante generaciones y sus consecuencias. Desde ese momento, la vaga intuición que siente desde hace tiempo se transforma en algo probable, casi cierto. Quizá él sea el último descendiente de una saga de licántropos.

Carles Terès mezcla leyendas de hombres lobo y estudios antropológicos en Licantropía. Así nos presenta una historia alejada de los estereotipos del género de terror vinculados a este tema y nos cuenta la búsqueda de un hombre que se siente distinto y tiene la valentía de afrontar la llamada del animal que habita en su interior. El licántropo no sufre ninguna transformación física, el cuerpo mantiene su aspecto, pero hay algo extraordinario en la fuerza, la agudeza extrema de los sentidos y la intensidad del instinto que lo guía. La seducción que ejerce el poder del animal asusta. Es un acto de la voluntad ser bestia o humano, transmutarse o no. La tentación es clara, la decisión difícil.